El Sáhara en la puerta de casa: hablamos de la calima

El Sáhara en la puerta de casa: hablamos de la calima
Autor: Iván Herrera Marín - Iván Herrera Marín | CTO Responsable Técnico en TROPOSFERICA. Meteorólogo y comunicador. Diseño gráfico. Ciencias Ambientales.
4 de abril, 2025

CUANDO EL CIELO SE VUELVE MARRÓN

Un fenómeno recurrente, del que se habla en muchos informativos del tiempo a lo largo del año, es la “calima”. Se trata de una concentración de partículas sólidas diminutas en suspensión, “flotando” en el aire y transportadas por el viento. Están compuestas, generalmente, de polvo, cenizas, arena e incluso sal marina, dependiendo del origen. El caso más común aquí en España y en otras zonas del sur de Europa, es la que proviene del desierto del Sáhara, arrastrada por las corrientes de aire del sur durante centenares y miles de kilómetros hasta la ventana de nuestra casa. A partir de aquí, puede suceder una deposición seca, por acción de la gravedad, o una deposición húmeda: a través de las gotas de lluvia o copos de nieve, quedando sobre las superficies, dotándolas de un característico color “marrón” u “ocre”.

 

Un cielo de estos mismos colores nos puede hacer sospechar una alta concentración de este polvo sahariano.

¿PUEDE AFECTAR A LA SALUD DE LAS PERSONAS?

La respuesta es afirmativa. Cada vez encontramos más estudios al respecto. El polvo sahariano, como comentábamos, está formado por partículas muy finas, de baja densidad, clasificadas en función de su diámetro en PM10 y PM2.5. Las segundas, pueden penetrar con más facilidad en las vías respiratorias, provocando picor de garganta y, también, de ojos, e incluso tos y sensación de ahogo, sobre todo en personas asmáticas. Incluso brotes alérgicos. Es por ello que se recomienda evitar el ejercicio al aire libre y ventilar lo menos posible los espacios interiores.

 

¿UN FENÓMENO QUE VA A MÁS?

Según parece, el fenómeno ha ido a más los últimos años, debido, principalmente, al avance de la desertización. También se podría hablar del cambio climático y el progresivo ascenso de las temperaturas, un tema que trae consigo algunas controversias que no vamos a discutir. También se ha observado una actividad inusual de sistemas de alta presión sobre el sector euroatlántico, que bloquean los vientos del oeste y favorecen la llegada de polvo sahariano a Europa. Además, más del 50% de los eventos de polvo que afectaron al Mediterráneo occidental durante los inviernos de 2003 a 2019 estuvieron asociados a Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANAs) entre las Islas Canarias y la Península Ibérica.

En consecuencia, diversos estudios científicos han detectado un aumento significativo en las intrusiones de polvo sahariano en la Península Ibérica y otras regiones de Europa. Entre 2020 y 2022, se registraron episodios de calima con concentraciones de partículas en suspensión sin precedentes. Se puede leer un artículo al respecto, en el siguiente enlace.

En marzo de 2022, se alcanzaron concentraciones promedio de 24 horas de partículas PM?? superiores a 1.500 µg/m³ en Almería, valores propios del desierto del Sahara y los más altos desde que existen registros normalizados en la Unión Europea. Os proponemos el siguiente artículo del CSIC, al respecto.

En Canarias, durante el mismo período, se registraron seis "supercalimas" con concentraciones de entre 600 y 1.840 µg/m³, superando ampliamente los valores tradicionales de entre 200 y 400 µg/m³. 

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